Conseguir más haciendo menos suena demasiado bien para ser cierto, ¿no? La sabiduría popular nos ha enseñado que para cumplir un objetivo, necesitamos *enfocarnos*. Listas de tareas, alarmas, aplicaciones, libros de autoayuda… todas estas cosas te prometen que si pudieras simplemente enfocarte un poquito más o levantarte más temprano, podrías lograr hacer todo. Sin embargo, estudios recientes afirman que el enforcarse demasiado y el trabajo sin descanso puede resultar contraproducente.

“Si no descansas ni un momento, no le das la oportunidad a tu cerebro de encajar todas las piezas”, dice el Dr. Srini Pillay, autor del libro El poder de la mente desenfocada. Es justo aquí donde el tiempo “desenfocado” se convierte en algo muy valioso.

¿Cómo puedes “holgazanear estratégicamente” y prepararte para dejar tu mente divagar deliberadamente? A continuación tienes algunas sugerencias.

Cómo resolver un problema cuando te has atascado

Estudios recientes demuestran que los descansos mentales, soñar despierto y distraerse mejoran la creatividad y las habilidades de resolución de problemas. Aquí te presentamos algunas ideas para relajar tu mente:

  1. Incluye descansos mentales en tu horario
  2. Garabatea mientras escuchas algo
  3. Duerme unos minutos
  4. Da un paseo
  5. Realiza diferentes tipos de actividades
  6. Tómate unas vacaciones, aunque no vayas a ningún lugar

1. Incluye descansos mentales en tu horario

Puede que hayas oído hablar de la Técnica Pomodoro, según la cual realizas una actividad durante 25 minutos, seguida de un pequeño descanso de 5 minutos. Aunque bueno, también puedes hacer descansos más largos de 15-20 minutos en los que puedes llevar a cabo cualquier cosa que no requiera tanto esfuerzo mental.

“Si empleas periodos de 15 minutos para divagar o soñar despierto, tu atención mejora y tu mente está más preparada para hacer conexiones creativas entre ideas. Esto no puede pasar cuando tu mente está saturada con un problema”, comentó al Washington Post Scott Barry Kaufman, director científico del Imagination Institute.

Haz la colada, dúchate, riega las plantas… Lo importante es no utilizar el descanso para atender el teléfono o cambiar a cualquier otra tarea que necesite concentración. Y, sobre todo si estás pasando por una crisis de confianza profesional o enfrentándote a retos como tener que reducir los gastos en tu empresa, tomarte estos descansos puede activar el potencial de resolución de problemas que necesitas para superar el obstáculo.

2. Garabatea mientras escuchas algo

En este estudio llamado What does doodling do? (¿Qué hace el garabatear?, fuente en inglés), los participantes de la investigación tuvieron que escuchar un mensaje de voz muy largo y aburrido (todos sabemos lo que es, ¿verdad?) A la mitad de las personas se les pidió que garabatearan mientras escuchaban, y a la otra mitad que simplemente se quedaran sentadas. El grupo que estuvo haciendo garabatos obtuvo mucho mejores resultados en los tests que analizaron la comprensión y la memoria del mensaje.

¿Por qué pasa esto? No lo sabemos al 100%, pero los científicos de Harvard sospechan (fuente en inglés) que garabatear (en el sentido de no quedarse quieto) es el último recurso del cerebro para mantener la mínima atención sobre lo que está pasando sin desconectar totalmente.

3. Duerme unos minutos

Existe una razón por la que algunas oficinas han instalado zonas para echarse unos minutos a dormir. Incluso un pequeño sueño de 5-15 minutos puede mejorar la función cognitiva para las siguientes 1-3 horas. Las siestas de más de 30 minutos pueden tener incluso un beneficio cognitivo más duradero. Sin embargo, probablemente tengas que luchar contra una mente un poco confundida (“inercia del sueño”) durante unos minutos una vez que te despiertes.

4. Da un paseo

Se ha demostrado que los paseos ayudan a estimular la creatividad, sobre todo mientras se está paseando o justo después. El efecto ha sido más intenso cuando las personas han ido a pasear fuera, y no en un espacio interior sobre una cinta de correr.

¿No te apetece dar una vuelta con todas las calles repletas de gente? Busca un lugar más tranquilo y haz algunos estiramientos suaves. Con tan solo levantarte de la mesa e incorporar algún movimiento físico podrás lograr un gran impacto positivo en tus niveles de estrés y de concentración.

5. Realiza diferentes tipos de actividades

En su libro, el Dr. Pillary enfatiza la importancia de “buscar aventuras”, intentar alguna actividad nueva que se salga de la rutina habitual. El truco es probar algo nuevo sin esperar que se nos dé bien a la primera. Debes tener ganas de experimentar y de cometer errores sin presionarte por ello.

“Buscar aventuras ya es una nueva aventura”, escribe Pillary, “sin importar si es una afición o una fantasía, te saca de la rutina y reactiva tu mente, lo que te ayuda a encontrar nuevas soluciones a los viejos problemas”.

Así es la filosofía de InnoCentive, una plataforma abierta de resolución de problemas que anima a las personas a intentar resolver pruebas que diferentes organizaciones presentan. Han constatado que las personas tienden a resolver algún reto cuando no son expertas en el campo. Las personas que resolvieron no sentían la presión ni las limitaciones propias del entorno y pudieron afrontar el problema de una forma diferente.

6. Tómate unas vacaciones, aunque no vayas a ningún lugar

¿Alguna vez has sentido que necesitas perder de vista la oficina? ¿O te has visto delante de la pantalla del ordenador con una página en blanco sin saber qué hacer? Cambiar de aires puede potenciar tu creatividad, e incluso los pequeños cambios también pueden marcar la diferencia.

“Las ideas nuevas nacen de la interconexión de ideas anteriores. Al fin y al cabo esto quiere decir que debes exponerte a nuevos estímulos”, explica Robert Epstein del American Institute for Behavioral Research (fuente en inglés). Ir a otro lugar o simplemente mirar por la ventana y ver un paisaje diferente “te lleva a tener otros pensamientos y conexiones que nunca antes habías experimentado… Así es como nacen las nuevas ideas”. 

Por supuesto, ir a otro lugar justo ahora no es fácil. Por eso yo me he enganchado a Window Swap, una página web que te ofrece vídeos de 10 minutos que muestran las vistas desde las ventanas de personas de todo el mundo. Si las vistas desde tu ventana ya te aburren, puedes aprovechar y mirar por la ventana de una persona en Bangalore, Tokio o Ámsterdam.

El poder de no hacer nada

Todos nosotros nos hemos visto atrapados por la rutina, luchando por tener las cosas hechas y dándole vueltas al mismo problema una y otra vez. Si te pasa esto, recuerda que la mejor forma de solucionarlo puede que sea… no hacer nada. Simplemente deja tu mente volar libremente por un momento. Puede que te sorprendas de que, de repente, toda la presión se ha esfumado.

¿Cuál es tu técnica para desconectar? Comparte tus trucos con la comunidad de Jimdo en Facebook o Instagram y podrás ayudar a otras personas como tú a resolver el siguiente problema que se les presente.

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Maggie Biroscak
Maggie es escritora y editora en Jimdo. En sus trabajos anteriores, ha editado para organizaciones sobre medio ambiente, ciudades y negocios sostenibles. Si no está cerciorándose del uso correcto de la puntuación, la puedes encontrar acampando, cocinando o leyendo revistas científicas.