Todo gran negocio nace de una gran idea, y ¿qué persona emprendedora no ha soñado con despertar con una idea de negocio maravillosa y convertirla en realidad? Así que ya sabes: si la inspiración tocó a tu puerta, ¡hoy puede ser el gran día! Sin embargo, cualquier persona con un negocio pequeño puede dar fe de que estas primeras etapas pueden tanto impulsar tu empresa como hacerla fracasar.
Entendemos tu entusiasmo y tus ganas de comenzar a implementar el plan para tu negocio cuanto antes, pero hacerlo sin un estudio de mercado previo es arriesgado. Por este motivo, hemos elaborado una guía que te ayudará a evaluar la viabilidad de tu idea, para que ahorres dinero, tiempo y energía.
¿Tienes una idea innovadora? ¡Empecemos! Sigue estos pasos para evaluar si tu idea es viable o no antes de hacerla realidad:
- Escribe tu plan de negocio.
- Haz un estudio de mercado.
- Investiga a tu competencia directa e indirecta.
- Aprende a conocer a tus clientes: ¿quiénes son?, ¿qué esperan de ti?
- Pide opiniones sobre tu idea.
1. Escribe tu plan de negocio
¡A convertir las ideas en palabras! No dejes pasar más tiempo. Toma este paso como una oportunidad que te ayudará a organizarte. Siéntate y escribe cuál es tu idea de negocio y, luego, continúa el camino teniendo en cuenta lo siguiente:
- Tus clientes (tu grupo objetivo, tus proyecciones de ventas y la lealtad de tus clientes)
- La empresa (la figura jurídica, la ubicación)
- Qué y quiénes componen tu negocio (los fundadores, tu misión, tus objetivos a largo plazo)
Si escribes un plan de negocio, tu camino ya no será cuesta arriba. La idea es que este plan te sirva de guía durante el proceso, para que no inviertas todo tu tiempo, tu dinero y tus energías en algo que quizás no valga la pena o que conlleve muchos riesgos. ¡Créeme! Te ahorrarás muchos dolores de cabeza. Si tienes dudas sobre cómo comenzar, consulta estos ejemplos de planes de negocio online.
Cuando te sientes a crear tu plan de negocio, aprovecha para analizar tus finanzas. Son muchos los detalles por tener en cuenta, y el aspecto financiero es una parte fundamental del plan: ¿será un trabajo de medio día o de tiempo completo?, ¿cuánto dinero pretendes ganar por mes?, etc. Y no lo olvides: ¡sé realista! Al fin y al cabo, si estás por implementar una idea para tu proyecto, necesitas sacarle provecho económico.
¿Aún no sabes bien cómo hacerlo? Puedes consultar los consejos expertos de Jan Evers para guiarte.
2. Haz un estudio de mercado
¿Alguna vez te has puesto a pensar qué pasa si comienzas la casa por el tejado? Es muy probable que se desmorone, ¿no crees? Pues lo mismo pasará con tu negocio si aplicas la misma lógica. Lanzar un producto o un servicio sin un estudio de mercado previo es un camino bastante certero hacia la decepción. Haz un estudio de mercado y evita que tu idea innovadora fracase en un futuro. A continuación, te mostramos cómo hacerlo:
Se te ha ocurrido una idea para un negocio fantástica y práctica, pero ¿te has preguntado qué lugar ocuparía en el mercado?
Para saberlo, sea cual sea tu idea, una web para tu alquiler vacacional o un negocio deportivo, cuestiónate lo siguiente:
- ¿Qué problemas de mis clientes solucionaré por medio de mi negocio?
- ¿De qué manera se solucionan esos problemas en la actualidad?
- ¿Mi producto ya existe o será totalmente innovador? En el caso de que ya exista, ¿cuál será el sello distintivo de mi empresa o cómo puedo mejorar lo que ya está en el mercado?
Claro está que hasta las ideas más ingeniosas surgen de una demanda del mercado. Por eso, es muy probable que ya exista algo similar a esa idea en la que estás pensando. ¡Pero que eso no te desanime! Simplemente evalúa si vale la pena desarrollar la tuya y que coexista con las demás. Plantéate lo siguiente: ¿podré hacerlo mejor que la competencia? Y quién dice… ¡quizá tu idea de negocio sea una solución única a un problema de muchos!
3. Analiza a tu competencia
Tener competencia no es malo. De hecho, es casi inevitable, incluso si tu idea es brillante, pero no te preocupes. Al momento de evaluar tu idea de negocio, la clave está en investigar a los competidores para saber qué hacen bien, cómo lo hacen y qué hacen mal. ¿Lo tienes? ¡Genial! Úsalo para mejorar tu propia idea.
Investiga a los competidores directos
Se considera competidores directos a otras empresas que brindan exactamente el mismo producto o el mismo servicio que la tuya. Por ejemplo, si decides abrir un bar de tapas, entrarás en competencia directa con otros bares de tapas del barrio. Es decir que si a Carlota, la vecina de enfrente, le apetece salir de tapas, tendrás que ingeniártelas para que te elija ante los demás bares y apuntarte la venta.
No pierdas de vista a la competencia indirecta
Los competidores indirectos venden productos o servicios diferentes que satisfacen las mismas necesidades que los tuyos. Imagina que, luego de trabajar todo el día, te apetece comerte un montadito con gambas y alioli. Tienes dos opciones: pides delivery de tu bar favorito o simplemente te frenas en el camino y te sacas el hambre con una pizza de cuatro quesos. Cualquiera de las dos opciones satisfacerá tu antojo. Por lo tanto, si te montas un bar de tapas, un negocio que venda pizza puede transformarse en competencia indirecta para ti.
¿Tu idea de negocio podrá competir en el mercado?
Es fundamental que pienses en cuál será tu punto único de venta (USP): este será el motivo por el que los clientes no dudarán ni un segundo en elegirte a ti por sobre tus competidores. A esta altura, ya conoces el abanico de ofertas que existen en el mercado; solo queda ser realista y determinar cuál es ese punto único que va a diferenciarte de la competencia.
Incluso si ya existen cientos de lugares a donde salir de tapas, abrir uno nuevo puede ser una buena opción si, por ejemplo, te diferencias de los demás por ser el único bar de tapas especializado en tapas veganas.
Consejo: Lee en internet los comentarios que los clientes dejan a tus competidores, especialmente las reseñas de 3 o 4 estrellas. Estas son particularmente importantes porque indican que a los clientes les gusta el producto o el servicio, pero que tus competidores están fallando en algunos aspectos al brindarlos. ¡Es tu oportunidad de hacer las cosas mejor que ellos y ganarte a los clientes!
Y no te eches atrás si en tu mercado compites con gigantes como Amazon y cía. En este blog también te explicamos cómo competir con grandes empresas.
4. Aprende a conocer a tus clientes
Ahora que ya encontraste un lugar para tu idea en el mercado, es el momento de enfocarte en los clientes. Llegar a conocerlos es otro de los motivos importantes para que realices un estudio de mercado. ¿Quiénes consumirán tus productos o tus servicios?, ¿cuáles son sus necesidades?
¿Recuerdas cuando la única opción era ir casa por casa? ¡Ahora ya no es necesario! Para conocer mejor a tus clientes, puedes hacerlo a través de encuestas online. Es fácil y rápido. Existen softwares como Typeform y Google Forms que te permiten crear cuestionarios y compartirlos en las redes sociales. Sin embargo, si tus potenciales clientes no usan la tecnología o si prefieres hacerlo a la vieja usanza, imprime las preguntas, ponte un calzado cómodo y sal a recorrer las calles.
Cualquiera sea el formato que elijas, el cuestionario te dará un pantallazo sobre el tipo de personas que están interesadas en tu producto, las necesidades que buscan cubrir y la probabilidad de que inviertan dinero en lo que ofreces. Ten en cuenta que alcanza con entre 8 y 10 preguntas para reunir la información necesaria sin que los entrevistados se aburran y salgan corriendo.
- ¿Qué edad tienen?
- ¿Dónde viven?
- ¿Son hombres o mujeres?
- ¿En qué trabajan?
- ¿Compran productos parecidos a los tuyos? Si lo hacen, ¿cuánto gastan y cada cuanto?
- ¿Cuáles son sus objetivos?
- ¿Cuáles son sus pasatiempos?
- ¿Qué marcas les gustan y por qué?
Las respuestas te ayudarán a formar una imagen de tus clientes potenciales. Así, podrás evaluar tu idea de negocio desde su punto de vista y determinar si satisface sus necesidades.
¿No sabes dónde encontrar clientes?
Para encontrar clientes, necesitas pensar como uno. Una buena forma de hacerlo es buscar grupos de Facebook en los que participarían los clientes de tu negocio. Por ejemplo, si quieres comenzar un servicio de paseo de perros en Madrid y quieres ver si generaría interés, puedes buscar grupos de dueños de perros que vivan en Madrid o de lugares de esa ciudad en donde se permita ingresar con perros. Si vas a comenzar a ofrecer servicios para bodas, estaría bien que participaras en foros de bodas o asistieras a ferias de bodas.
Consejo: Tener una idea clara de cómo es tu cliente perfecto es muy útil al empezar tu negocio. Es necesario establecer objetivos y lo que se conoce como marketing persona (el perfil del cliente ideal al que quieres publicitar tu negocio) para aprovechar al máximo los gastos de marketing, ya que esta es la forma de llegar a los clientes más dispuestos a comprar.
5. Pide opiniones
La mejor forma de saber si tu negocio va a funcionar es probarlo. En minutos, y sin gastar dinero ni tiempo, puedes crear una página web gratis y usarla para mostrar el producto o el servicio que ofreces. Además, si tu idea tiene éxito, ya estarás disfrutando todas las ventajas de tener una página web para tu negocio.
Después de haber creado tu página web, muéstrasela a tus amigos, a tu familia y a tus colegas, y pídeles su opinión. También puedes compartirla en las redes sociales y analizar la reacción de las personas. Esta es una buena manera de iniciar una estrategia de redes sociales para tu nuevo emprendimiento.
- ¿Las personas quieren saber más sobre tu negocio?
- ¿Has recibido consultas?
- ¿Qué están diciendo en los comentarios de tus publicaciones?
Te darás cuenta de que tu negocio está en marcha cuando un cliente verdadero encuentre tu empresa a través de tu página web.
¿Todo listo para comenzar a trabajar en tu idea de negocio? Sigue estos pasos antes de lanzar el negocio para ver si tu idea funcionará: crea una página web profesional, habla con los clientes, y pide opinión en las redes sociales para ver si tu idea puede prosperar. De esta forma, ¡puedes probar muchas ideas! Si alguna no tiene éxito, no te preocupes; te habrás ahorrado mucho tiempo y dinero que podrás usar en una idea de negocio nueva.