Nuevo mes, nueva motivación, nuevo mantra. Este mes entrevistamos a una persona con una historia superinspiradora. “Si yo puedo, tú puedes. Si tú puedes, yo puedo”, dice Pato Cervantes, entrenador deportivo mexicano que vive en Hamburgo, Alemania.
Probablemente puedas entender los sentimientos de Pato cuando todos los gimnasios cerraron. Vacío, impotencia, incertidumbre.
Sin embargo, nuestro entrenador no dejó de creer en su pasión. ¿Qué se le ocurrió para mantener a las personas ocupadas? ¿Cómo le afectó el primer confinamiento? ¿Qué aprendió y qué consejos puede dar?
¿Cómo cambió tu vida con el confinamiento?
Cambió muchísimo. Lo que más eché de menos fue a la comunidad. Entrenaba a 40 personas en 40 bicicletas estáticas varias veces al día. Y, de repente, todo cambió. Todo cerró. Todo se hacía en casa de puertas para adentro.
Tenía una sensación extraña en el estómago y mi cabeza no paraba de dar vueltas. ¿Cuánto tiempo durará esto? ¿Qué puedo hacer? ¿Debo volver a México para estar con mi familia durante la pandemia?
Al final decidí quedarme.
“Respira”, me dije a mí mismo. “Deja que fluya. Sobrevivir es lo primero”. Esta actitud me ayudó a enfrentarme mejor a la situación. Fui capaz de adaptarme, retomar el control y, solo entonces, pude plantearme el siguiente paso.
Muchas personas te siguieron cuando diste el siguiente paso, ¿cómo pasó todo?
Sí, ¡eso fue increíble! Estábamos a mitad de marzo de 2020. Después de estar dos semanas en estado de shock, pedí un montón de equipamiento deportivo y me monté mi gimnasio en casa.
No obstante, incluso como entrenador deportivo, sentía que me faltaba motivación. Pensé en mis amigos, en mis vecinos… todo el mundo estaba metido en casa haciendo sus cosas, muchas personas probablemente completamente solas. Me pregunté: ¿qué se puede hacer cuando todo el mundo está aislado y solo en su casa?
Y este fue el desencadenante: la comunidad. Unir a las personas de nuevo con algo que es bueno para todos. Todo lo que necesitábamos eran 30 minutos de buen humor, música y ejercicio al aire libre. Así que puse avisos en los portales de las casas de mi calle, saqué la música ¡y empecé!
La acogida fue fantástica. Tanto en la televisión como en redes sociales, vimos compañeros de piso, familias y personas mayores haciendo ejercicio en sus balcones. ¡Todo el mundo estaba encantado! ¿Cómo te afectó este fenómeno?
Personas que no habían movido un músculo en 15 años empezaron a entrenar. Las familias y los vecinos participaban todos juntos. Se me ponía la piel de gallina cuando reían y aplaudían durante las sesiones. Estoy muy agradecido por todo ello. ¡Es lo que me hace tan feliz!
Me sentí muy realizado al comprobar lo que puedo conseguir yo solo. Fui capaz de conocerme un poquito mejor y hacerme más fuerte en estos tiempos de incertidumbre.
Y, por supuesto, otra gran recompensa que me llevo de todo esto es que hoy podría salir y tocar 80 timbres de mi calle y todas las puertas se abrirían. Este sentimiento de comunidad significa mucho para mí.
¿Cómo siguieron las cosas después de esto?
Empecé a recibir mensajes de otras calles para hacer lo mismo, pero yo me mantuve fiel a la mía. Así que las personas de otras zonas empezaron a venir a nuestro barrio. Los balcones estaban llenos, y en ciertos momentos, la calle también. Ahí es cuando me di cuenta de que requería una presencia online.
Eso era lo que necesitaba para poder compartir mis sesiones y el espectacular ambiente de forma online. ¡Sin importar en qué lugar del planeta te encuentres! También quería que las personas pudieran conocerme mejor. Ese fue mi momento Jimdo, cuando lo escogí como plataforma para crear mi página web.
Todo esto sucedió durante el primer confinamiento, ¿y ya en marzo lanzaste tu primer curso online Soul-Tribe?
¡Sí, exactamente! Y eso que no entiendo mucho de tecnología. Por suerte, fue todo muy sencillo. Creé mi página web, fui aprendiendo sobre la marcha y al final me di cuenta de que ¡había creado mi propia página yo solo! La conexión con Paypal y el proceso de pago fueron muy rápidos. Muy cómodo para mis clientes y para mí.
También has creado una app de fitness recientemente. ¿Qué podemos encontrarnos exactamente?
He montado un programa de 14 días muy completo con meditación, sesiones, música y un diario escrito por mí.
He puesto mucho amor en todo esto. Me he imaginado lo que mis clientes estarían haciendo ahora y lo que necesitarían. Más paz, más felicidad, más gratitud… La fuerza mental y la fuerza física son los pilares de mi programa. Quiero acercar a las personas a mi estilo de vida y proporcionarles una mejor calidad de vida.
Parece que tu idea nació de forma espontánea en unos pocos días, ¿es así?
En realidad el proceso ha llevado varios meses. Al principio no tenía ni idea de cómo llegar a las personas online. Por suerte, mi prima me ayudó con la estrategia de marketing y de redes sociales. He creado una comunidad en Instagram, he subido vídeos diariamente y he preparado a la gente para lo que viene. Ahí es cuando las cosas empezaron a mejorar.
Hay algunas opiniones fantásticas de tus sesiones en tu página web. ¿Cómo responden las personas a tu programa en general?
Es… increíble. Muchas personas me dicen que nunca se habían imaginado que la meditación fuese tan sencilla. O que no se habían dado cuenta de cómo la incorporación de algunos simples hábitos diarios podía cambiar su vida entera. Lo bonito de todo esto es que una vez que incorporas algunos pequeños cambios positivos en tu vida diaria, no hay marcha atrás. Esta gran acogida me indica que ando por buen camino.
Muchas personas freelancers están experimentando actualmente algo similar. ¿Qué dirías que es lo que más te ha ayudado a identificar y aprovechar las nuevas oportunidades para ti y tu negocio?
Creo que necesitas algo más que tener una idea en mente. Estoy convencido de que cualquiera puede hacer todo lo que se le ocurra, pero hay que pensar en lo se tiene para ofrecer y cómo materializarlo. Ver cuál es el sentido que hay detrás de lo que haces y qué les aporta a los demás.
Estos pensamientos me ayudaron a desarrollar algo con sentido en pleno confinamiento. Y tú también puedes hacer esto. Todos los esfuerzos puestos en algo tienen su recompensa. Así que decide lo que quieres hacer ¡y hazlo!
En el pie de página de tu web dice: “Todos somos uno. Si yo puedo, tú puedes. Si tú puedes, yo puedo”.
Es mi mantra. Creo firmemente en ello, todos somos uno. Si yo puedo, tú puedes. Si tú puedes, yo puedo.
¡Gracias por la entrevista, Pato!
Si quieres más inspiración, visita la página web y el Instagram de Pato